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TÉCNICAS DE ANIMACIÓN A LA LECTURA

Tenemos que conseguir que la lectura no sea una obligación sino un placer.




La animación es muy importante en todas las edades pero sobre todo cuando nuestros alumnos se están iniciando en la habilidad de leer. Que este aprendizaje inicial se haga desde la motivación hará que sea más fácil y llevadero para ellos. La lectura es una competencia básica que más tarde deberán poner en práctica en todas las materias por lo que es conveniente que desde el principio se anteponga y se cuide más la comprensión y la entonación (asimilando las unidades que forman las oraciones y entonando los signos de exclamación, interrogación…) que la agilidad en la lectura. Esta última se ganará con el tiempo.


Tenemos que conseguir que la lectura no sea una obligación sino un placer.

Un club de lectura, como ya se ha comentado en entradas anteriores, puede ayudar a que los alumnos conozcan las obras con mayor profundidad mediante el diálogo con los compañeros. Pero además de esta técnica existen otra multitud de ellas.


Las bibliotecas de aula son herramientas básicas y muy útiles. Los alumnos pueden tener un carnet de biblioteca que les permita coger libros de la misma a la vez que la maestra tiene un registro. Los alumnos pueden rellenar fichas de comprensión lectora, hacer exposiciones al resto de sus compañeros, teatralizar parte de la historia, crear un final distinto... o cualquier actividad que a la maestra se le ocurra para comprobar que el alumno ha comprendido la historia. Además se les puede dar puntos que van sumando y de esta forma pueden “competir” entre alumnos o entre clases incluso. De esta forma los alumnos eligen libremente qué libros quieren leer, creo que esto es muy positivo para ellos.


Algunas técnicas para contar cuentos como son las sombras chinas, las marionetas, los kamishibai o con muñecos de personajes creados por los propios alumnos; pueden hacer que estos se comiencen a interesar por la literatura y los cuentos. Generando así que busquen en los libros nuevas historias.


Por ejemplo, los cubos para crear historias, con los que los alumnos crearán historias según los dibujos obtenidos; les introducirán también en la creación propia, en la escritura.





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